Rafael Maldonado – Escritor : Reseña de ‘Tras la guarida’, de Elena Marqués

Reseña de ‘Tras la guarida’, de Elena Marqués

A veces leer la contracubierta de un libro se convierte en un tremendo error. En unas líneas breves y simplificadoras se plantea un argumento que te predispone a encontrar una historia, unos personajes, una intriga que para ti carece de interés quizás por repetida o esperada.

«Tras la guarida» ―nos cuentan― «está basada en un hecho real. El primer alcalde franquista de un pueblo oculta en una cabaña del bosque a Javier Avinareta, el último alcalde republicano de la localidad». Todo eso es cierto, y puede resultar un tema atrayente, y muchas anécdotas parecidas se narran sobre aquel terrible episodio de nuestra historia en que también existieron la nobleza y la generosidad; pero no creo que sea lo importante de este texto.

Construida en capítulos breves encabezados por un nombre y una fecha a la manera de Faulkner, García Maldonado muestra una maestría en el lenguaje y la construcción narrativa de la que hacía tiempo no disfrutaba. Novela coral o polifónica con continuos saltos temporales entre un presente anclado en 1988 y un pasado que deambula desde los últimos años de la guerra a 1944, obliga al lector a un esfuerzo placentero al ir descubriendo poco a poco la historia de Tomás, el alcalde franquista de Majer; Javier, el anterior representante municipal salvado por este del linchamiento; y Martín, hermano de Manuela y amigo íntimo de ambos.

Y muchos otros son los personajes que circulan por Tras la guarida; algunos, como el doctor Rey, se nos hacen entrañables; otros, como «la señora» y sus horribles manifestaciones de locura, nos producen escalofríos. Pero todos ellos son humanos y tienen voz propia, y cada uno, como testigos y narradores, nos contará su versión de lo que ocurrió, sus dudas, su participación en los hechos, sus miedos y valentías, su deseo de conocer la verdad, si bien hay una que vamos intuyendo demasiado prohibida y dolorosa como para darla a la luz.

Quizás sean las indagaciones de Pedro las que mejor nos conduzcan a lo ocurrido. Él, que siendo casi un niño asistió a los extraños acontecimientos tras la guerra en Majer, un pueblo imaginario pero reconocible en tantos otros, donde la vida, con sus reuniones de casino y su futuro, se vio truncada por la maldición de un enfrentamiento fratricida y el régimen posterior, visita a Martín ya anciano, habla con su hermana Manuela y recuerda cierto encuentro bajo los árboles que le abrió los ojos a los amores difíciles.

Fundamental para conocer esta historia es también la vigilancia espectral tras las cortinas, la voz enamorada de quien, después de tanto tiempo ocultándose, ignora el mejor momento para volver. Convertido en un fantasma en todos los sentidos, aguarda lo que no ha de producirse, espía los movimientos de su único y verdadero amor con la esperanza de recuperar un tiempo que nunca ha de volver.

Por eso, y debo confesarlo, al leer la misiva con que acaba esta historia me brotaron las lágrimas. Mucha es la poesía que se derrama por estos párrafos, mucho el dolor. Entre otros, el de las mujeres, las grandísimas maltratadas en aquella época y en todas, utilizadas para hacer apaños, esconder escándalos, trabajar y callar hasta la demencia.

Tras la guarida no es un libro que hable solo de ese hecho heroico de ayudar a un amigo, sino de amor, de deseo, de dolor, de miedo, de locura, de maldad. Todas ellas características tan humanas que no parece que hayamos estado asistiendo a una ficción, sino a una confesión de lo que somos: un puñado de tierra indefensa con demasiadas barreras impuestas para alcanzar la felicidad. Y, por encima de todo, es también este libro de García Maldonado un cuidado ejercicio ético y estético en el que ninguna palabra estorba y al que le deseo el mayor de los éxitos.

Elena Marqués

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